3º/ DAVID BOWIE. EN REPRESENTACIÓN DEL GLAM.


Angie y David Bowie, con su hijo Duncan, en una rueda de prensa en Ámsterdam en 1974. 

Si tu hijo te pregunta quién era David Bowie, ¿qué le dirás? Más allá de su soberbia discografía, David Robert Jones (8 de enero de 1947 - 10 de enero de 2016) se paseó por este mundo con un estilo absolutamente personal y una visión de la vida realmente inspiradora. Podrías responderle a tu hijo que fue alguien que no siguió las modas, sino que las creó; que fue un dandi (claro que después tendrías que explicarle el significado de ese término en desuso); que fue muchas "personas" a la vez (claro que esto sería largo de explicar)... Prueba a contárselo como se explican las cosas en el colegio: a través de lecciones y consejos, extraíbles de su incomparable vida.

Ante todo, sé curioso

Sobre todas las cosas, David Bowie era músico, pero no de esos endogámicos que solo piensan en escalas y acordes. Fascinado por el cine, el arte, la moda y los libros, todas estas facetas le influyeron y formaron parte de su universo. Un artículo de The Guardian recordaba su capacidad de leer ocho libros al día. El peso de la moda en su obra es evidente; fue de los primeros músicos en encargar a un diseñador el vestuario de sus conciertos, como hizo con el japonés Kansai Yamamoto, responsable del famoso mono negro con perneras abultadas de la gira Aladdin sane, de 1973. Si Lady Gaga es como es, se debe básicamente a que Bowie lo hizo antes.

Sal de la zona de confort, no te estanques

Aprende a evolucionar como Bowie, que a lo largo de su carrera fue muchas cosas: fijándonos solamente en su pelo, lo tuvo de al menos 29 formas diferentes. Fue hombre del espacio, payaso y hombre-elefante (en Broadway): genuino británico y neoyorquino de manual. Incluso fue gay y hetero a la vez, si es que tal cosa es posible (estuvo 24 años casado con la modelo Imán). Con su constante transformación, nos enseñó a salir de la zona de confort y experimentar.

Vivir activo y despacio es compatible

Antes de que llegara la moda de lo slow, el Duque nos enseñó a tomarnos las cosas con tranquilidad. Prefería un largo y tranquilo viaje en tren o en barco a uno fugaz en avión (en parte por su pánico a volar). Se dice que entre 1972 y 1977 no pisó un solo aeropuerto. En 1973 afrontó así su gira mundial: cruzó el Atlántico en barco, recorrió Estados Unidos en bus o tren, surcó el Pacífico otra vez en barco para actuar en Japón y tomó el Transiberiano para volver a Europa.

Sé original y atrevido

Está bien copiar a los grandes, pero es mejor ser único. Si Bowie es un mito del rock es porque no se parecía a nadie. Perteneciente a la generación de músicos de los sesenta, los que dieron forma a esta revolución sonora, Bowie no se apuntó a modas imperantes sino que se adjudicó una personalidad y un estilo propios e inéditos hasta la fecha. Fue atrevido. Y la osadía es, a fin de cuentas, lo que distingue a un genio, ya sea de la música o de cualquier otra faceta de la vida.

Aprende de tus errores

Equivocarse, aparte de inevitable cuando uno empieza en cualquier actividad, es necesario: de los errores se aprende. El propio Bowie lo demostró, cuando después de algunos (pocos) pinchazos en su discografía, se rehizo y supo resurgir aún con más fuerza. Después de los discos clásicos de los setenta como Ziggy Stardust, Aladdin Sane y Diamond dogs, terminó la década con algunos lanzamientos más oscuros; sin embargo inició los ochenta con fuerza, gracias a singles como Ashes to ashes, Under pressure (con Queen) y Let's dance (los tres, número 1 de ventas en Reino Unido).

Cuida a quienes te quieren

En contra de la opinión de sus mánagers, Bowie siempre procuraba dar lo mejor a sus fans, aunque eso implicara una fuerte inversión económica por su parte (a veces poco rentable). Un ejemplo es su gira de 1987, The glass spider tour: uno de los montajes más ambiciosos de la historia del rock. Cada escenario costaba 10 millones de dólares, y había dos. Cuando se comprobó que los costes superaban los previstos (se necesitaban 43 camiones para mover aquello), no dudó en poner de su bolsillo 1 millón a la semana para pagar a los 150 empleados adicionales que tuvo que contratar.

David Bowie interpretando 'Ziggy Stardust' en 1973 en Los Angeles, California. Getty


Sé educado

Fueron sus exquisitos modales, y no su fama, los que sedujeron a Iman, según contó ella misma al Daily Express. Así que si siendo educado uno puede ligarse a una supermodelo, habrá que cuidar las formas. También se comportaba como un perfecto gentleman con la prensa. Los periodistas que le han entrevistado cuentan que cuando al final de la charla aparecía el mánager para anunciar, como es de rigor, que el tiempo se había acabado, Bowie decía: "No, cinco minutos más. Estoy muy cómodo". Así se ganaba al periodista para los restos.

Haz buen uso de la tecnología

No sabemos qué teléfono móvil tenía el sexagenario Bowie, pero seguramente era de última generación. Pese a crecer como músico en los sesenta y primeros setenta, no era de los que sentían una insana nostalgia por el pasado y estaba a la última en tecnología. A mediados de los setenta se alió con el genio de las maquinitas Brian Eno para producir varios discos poco comerciales. En 1999 se embarcó en la aventura de participar en el diseño de un videojuego (Omikron: Nomad soul), en el que incluso hacía un cameo. A tecnológico nunca le ganó nadie.

Aprende a bailar

Un hombre que baila bien es un hombre atractivo. Y Bowie no sólo cantaba bien, sino que se movía estupendamente. De acuerdo, no era Michael Jackson, pero imprimía a sus movimientos su característica elegancia, como puede comprobarse en el vídeo de Dancing in the street, a dúo con Mick Jagger. Contemplándolo uno se pregunta por qué Maroon 5 titularon su canción Moves like Jagger y no Moves like Bowie. Un estilo inconfundible (a la pata coja, ligeramente inclinado hacia un lado, un brazo arriba y el otro abajo) del que Miguel Bosé tomó buena nota.

Sé elegante

Décadas antes de que los expertos en coaching pregonaran que nuestro aspecto físico es nuestro escaparate, Bowie dejó clara la importancia de la elegancia. El glam, corriente que él contribuyó a modelar, no era otra cosa que subir al escenario con las mejores galas. En 2013 protagonizó una campaña de Louis Vuitton, en cuyo spot (de 6 minutos) aparecía en medio de una fiesta palaciega con invitados vestidos de época. Su buena percha -delgado hasta el final- también ayudó.

¿Tienes ya a tu hijo encandilado con las lecciones del maestro Bowie? Pues ahora es el momento de ponerle el vinilo de Ziggy Stardust.

GRACIAS a Miguel Angel Bargueño por este artículo, aunque te quedas corto. Dile al niño que se metía dos pollos de farlopa sin levantar la cabeza del cristal; de hecho estaba preparado en ocho rayas para toda la banda e ingenieros en el estudio de grabación, para después del trabajo, llegó él de improviso y dijo: 'ohh esto lleva mi nombre', sin levantar la cabeza de la mesa se metió las ocho rayas y dejó a la banda sin farlopa.

El trabajo de Bowie es ingente, acorde a su influencia en la música, podeis afinar su relación con el punk en el libro 'Por Favor, Mátame' pero si vemos que los New York Dolls son la segunda piedra del punk, está claro que eso de vestirse de mujer no lo inventaron ellos, aunque Bowie era asiduo a los conciertos de New York Dolls, aprendiendo. Como todo, se viene de algo; el punk nace de una sopa de influencias; y en lo estrictamente musical si empezamos a tirar para atrás llegamos a Chuck Berry. Bowie se metía en todo y como no, impregnó sus dedos con el proto punk de los Stooges, mezclando el Raw Power, un discazo. Rescató a Iggy de una muerte segura con el yonquineo y se fueron a Berlin donde se alimentaban de leche pa dejar la cocaina, cosa que no llegaron a conseguir del todo.

Y os dejo dos enlaces, para que le tomeis el gustillo.

Y no me resisto a poneros la gira que tuve el placer de presenciar por dos veces... jejeje; deciros que para mí, es simplemente imprescindible, por ello que os lo encajo aquí, para quién no le haya prestado atención que lo haga que ya va tarde e investigue que el artículo se queda muy, pero que muy corto... de hecho, resume el otro Bowie. Hablarle a un niño del Bowie oscuro y genial es complicao...

Este artículo refleja una de las mil influencias de Ziggy/Duque más clarificante, le hace más justicia; de hecho aparece nuestro primer protagonista, el amigo Danny Fields, el sastre que tenía el hilo con el que se cosió el punk:

Cómo Bowie convirtió una canción sobre alcohólicos en un himno a la esperanza

Hace 40 años David Bowie compuso "Heroes", una canción que hablaba del placer de estar vivo un día más. Hace 30 la cantó junto al muro de Berlín. Hace solo uno nos dejó para siempre.

 David Granda

Iba a ser un tema instrumental, pero David Bowie (Londres, 1947-Nueva York, 2016) dio con la letra de la canción y hoy Berlín la reconoce como el himno de la ciudad en los años del Muro y la Guerra Fría. Cuando se publicó en 1977 no superó el número 24 en las listas de éxitos británicas. En las de EE.UU. ni apareció. Escondida en un álbum que es un banquete de pop díscolo y paisajes sonoros minimalistas, Bowie había entregado una canción tan épica como romántica que cuarenta años después de su lanzamiento las biblias musicales (New Musical Express, Mojo Magazine, Pitchfork o Uncut) consideran una de las mejores de la historia.

"Heroes" es el tercer tema del álbum homónimo, que forma junto con Low y Lodger la llamada trilogía de Berlín. Son tres discos vinculados a sus años en Berlín, cuando Bowie se mudó a la ciudad alemana entre 1976 y 1978 para desintoxicarse de su adicción a la cocaína y de su vida de rockstar y autodestrucción en Los Ángeles. Vivió en el 155 de Hauptstrasse y se trajo de compañero de piso a Iggy Pop. Las dos cosas, mudarse a una de las capitales europeas de la droga en la década de los 70 y convivir con un convencido politoxicómano como Iggy Pop, parecían una contradicción pero Bowie logró su objetivo en su retiro berlinés. Iba a comenzar uno de los periodos más creativos y prolíficos de su carrera.

  • Todo esto no habría existido sin ti, Bowie: todo lo que David hizo antes que nadie
  • El día en que Bowie se fue a Berlín y mató a Ziggy Stardust
  • "Bowie descubrió rápido que en Berlín había mucha droga"

Cuando se preparaba para meterse en el estudio para grabar "Heroes" en el verano de 1977, acababa de publicar Low y había dirigido el lanzamiento de la carrera en solitario de Iggy Pop con The Idiot y Lust For Life. En lugar de promocionar su propio álbum, esa primavera se había enrolado como teclista en la gira de The Idiot Tour, un papel secundario como sideman que pocas figuras se atreven a desempeñar. En Berlín no tuvo alter egos. Ni Ziggy Stardust ni Aladdin Sane ni Duques Blancos. David Bowie fue David Bowie, un artista trabajando en su obra más experimental.

La cocaína no desapareció pero fue sustituida progresivamente por el alcohol. Por las noches rondaba clubes nocturnos de drag queens cuyo interior -quería creer- no había cambiado nada desde los años veinte. Una de las razones por las que Bowie aterrizó en Berlín fue su admiración al escritor Christopher Isherwood y sus historias de cabarets decadentes de la República de Weimar previas al desembarco nazi en Alemania. De hecho su casa en Schöneberg, el histórico barrio gay de Berlín, estaba muy cerca de la vivienda en la que se alojó Isherwood en los años 30. Ambos se conocieron en un encuentro entre bastidores tras un concierto de Bowie en Los Ángeles en 1976. Hablaron de Berlín. Para Bowie fue un gran aliciente. "Joven Bowie -le advirtió el escritor-, la gente suele olvidar que soy un gran escritor de ficción".

Bowie actuando junto al muro de Berlín. Era junio de 1987.© Cordon Press

En uno de esos clubes, el cabaret Chez Romy Haag, Bowie se enamoró perdidamente del travesti que lo regentaba. En otro, Eierschale Jazz Club, Tony Visconti, productor de "Heroes", se enamoró de la cantante de jazz Antonia Maass, que tendrá un rol clave en la historia de la canción.

Legs McNeil, periodista fundador de la revista Punk!, le preguntó a Angela Bowie por los años en Berlín de su marido por aquel entonces:

-Creo que llamarlo decadente es demasiado suave -respondió la ex de Bowie-. Llamarlo un pedazo de mierda paranoico inducido por la cocaína se acerca más a la realidad. Malgastaron el tiempo y el dinero [David Bowie e Iggy Pop]. Se pasaron todo el tiempo discutiendo sobre quién se iba a tirar a la drag queen más guapa.

David Bowie grabó en los Hansa Studios, muy cerca de Potsdamer Platz en Köthener Strasse 38, a un paso del Muro. Conocía Berlín Oriental, había cruzado el Checkpoint Charlie desde el sector británico con su mercedes negro y llegó a fotografiarse con pose provocativa y un abrigo de piel de oficial de la Gestapo nazi frente al Memorial de las Víctimas del Fascismo en el bulevar Unter den Linden.

El Meistersaal o sala principal para los músicos de los Hansa Studio era un antiguo salón de baile que durante el Tercer Reich acogía las fiestas de la nomenclatura nazi. En los setenta lo ocupó Bowie y luego llegarían otros invitados: Depeche Mode, Nick Cave, Nina Hagen, REM o U2. A diferencia de los estudios modernos de grabación, estaba separado por un largo pasillo de la sala de control, que hoy ocupa un bar que se puede alquilar para eventos privados. Las vistas también han cambiado mucho. Un edificio de nueva planta anula el horizonte, el que Bowie veía cuando dijo a sus músicos que le dejaran solo y se sentó a buscar las musas para escribir la letra de "Heroes". Al fondo, a unos cien metros, una torre con una garita para los guardias fronterizos vigilaba el Muro. Los soldados observaban con prismáticos lo que ocurría en el estudio y sabían que los enemigos capitalistas de Occidente grababan ahí "música imperialista decadente".

"Heroes" se ha convertido en un himno catedralicio que lo mismo oficia en los homenajes a las víctimas del 11-S que en un tributo a Freddie Mercury; en conciertos benéficos que en campañas políticas de partidos conservadores. Pese a esta apropiación por parte del optimismo cultural, es la historia de unos alcohólicos.

Mientras Bowie miraba por el amplio ventanal vio como una pareja se besaba muy cerca de la serpiente de hormigón.

I can remember
Standing, by the wall

And the guns, shot above our heads

And we kissed, as though nothing could fall
And the shame, was on the other side
Oh, we can beat them, forever and ever
Then we could be "Heroes" , just for one day

Pasaron unos años hasta que Bowie reveló quienes eran esos amantes. Con Bowie centrado en la letra en la sala de control, Tony Visconti, que en ese momento todavía estaba casado con Mary Hopkin, bajó por las escaleras del estudio y salió a la calle. Antonia Maass, que también grababa con su banda de jazz en los Hansa Studios y que colaboró en los coros de "Heroes", fue al encuentro de Visconti. Bowie vio el beso, encendió un cigarrillo y cerró la canción.

"Heroes" es un álbum muy poco convencional. Como Low, alterna una primera parte de pop deconstruido con otra de composiciones experimentales ingeniadas con Brian Eno como Moss Garden que podrían ambientar la segunda parte de Blade Runner. Se escucha hasta un koto, un instrumento de cuerda japonés. En ese momento Brian Eno trabajaba en su álbum Ambient 1: Music for Airports, un título más descriptivo que literario, un anticipo periodístico de su contenido.

La épica en "Heroes", una canción que dura seis minutos, alcanza cotas homéricas a partir del minuto 3' 17" (escuchen, escuchen): en ese instante la voz de Bowie suena desgarrada gracias a los efectos logrados por el coproductor Tony Visconti, que colocó ante Bowie tres micrófonos ubicados a diferente distancia entre sí en el Meistersaal, el último a quince metros del cantante. Para capturar toda la amplitud de su registro vocal, Visconti los conectó conforme el tono de Bowie evolucionaba del susurro al grito. Robert Fripp, guitarrista de King Crimson, voló desde Nueva York a Berlín y pasó dos días en los Hansa Studios para grabar el riff de guitarra. Brian Eno acompañó con sus sintetizadores y el propio Bowie lo hizo con el chamberlin, teclado primitivo previo al mellotron y los sampler electrónicos.

Diez años después, en 1987, justo hace tres décadas, Bowie volvió a Berlín y visitó los viejos estudios de grabación en Köthener Strasse. Saludó al ingeniero de sonido Eduard Meyer, con el que trabajó en sus álbumes berlineses, y se dirigió al Reichstag. Allí, a un paso del Muro y muy cerca del lugar donde la compuso, interpretó "Heroes" ante 70.000 berlineses en un concierto que pudo escucharse en Berlín Oriental. "Enviamos nuestros mejores deseos a nuestros amigos que están al otro lado del Muro", dijo Bowie antes de cantar con los altavoces orientados al este. Esa noche la Stasi arrestó a numerosos jóvenes de la RDA que se arremolinaron en la frontera y se escucharon gritos de Mauer weg! [¡abajo con el Muro!].

Por ese concierto y por su experiencia berlinesa la cancillería alemana despidió el año pasado a Bowie como a un héroe: "Ahora estás entre los héroes. Gracias por contribuir a derribar el Muro". El alcalde de Berlín reconoció "Heroes" como himno de la ciudad dividida en los años del Muro.

"Heroes" se ha convertido en un himno catedralicio que lo mismo oficia en los homenajes a las víctimas del 11-S en Nueva York que en un tributo a Freddie Mercury; en conciertos de masas benéficos que en campañas políticas de partidos conservadores o en anuncios y series de televisión. Pese a esta apropiación por parte del optimismo cultural, es la historia de unos alcohólicos, como recuerda Tony Visconti. David Bowie canta una triste historia de amor durante la Guerra Fría que puede durar, como mucho, un día más.

El título aparece con unas comillas irónicas que sugieren -lo explicó el propio Bowie poco después de su publicación- que el único acto heroico de verdad consiste en disfrutar del simple placer de estar vivo un día más. Hace un año, el 8 de enero de 2016, Bowie cumplió 69 años y publicó su último álbum de estudio, Blackstar. Dos días después moría de cáncer en su casa de Nueva York.

Hay que escucharla... aunque no tenga que ver con lo que nos traemos entre manos pero tiene su punto de 'tocar los cojones', al menos se uso para eso también.