Bienvenidas a las Armas

Poemas 11-15


Medusas del Poder 

Las Medusas del Poder se han adecentado 

las lenguas, llenado de adjetivos planos, 

puesto mechas y desvergüenzas varias, 

se han reído de mujeres en armas, 

acicalado del perfume de la corruptela, 

llenado de caspa hasta las cejas, 

presumiendo de verdad absoluta, vana, 

como las mates que tienden a infinito, 

pero aunque eso no saben dónde queda, 

debe ser capitalista y fascista, como ellas, 

y sueñan sabedoras de que sueño son 

de demasiados soñadores que no saben roncar 

por sí solos. Ya el tiempo os pondrá 

en los pedestales del olvido, cuando 

las mujeres y hombres del mañana sepan 

ser verso enamorado de la paz sobre la Tierra. 


Forges 

¡Don Miguel, otro al que también 

le dolía la España (léase estado español) 

como a Larra, como al que se disfrazaba 

de carlista con aquellas barbas sonatinescas, 

como al Quevedo y su mala milk! 

No sabía pintar ojos, decía, mas era 

los del tiempo en que aprendió a vivir 

las locuras patrias con esos calvorotas 

portavoces del cine de Berlanga, 

con las escopetas cargadas de cinismo,

riéndose del tonto quien lo lea, 

y los ismos retratados en alpargatas 

campesinas con complejos de Caín... 


Nos venció el sueño 

Nos venció el sueño. 

Dormimos en la placidez de la telebasura. 

No nos dimos cuenta de que nos habían arrancado los ojos. 

Aplaudir es algo instintivo cuando te cegaron la dignidad y más.

 Leer es algo que hacen los radicales, que son unos ogros 

segundones y pesadillistas come tiernas criaturas, 

con colmillos, lo han dicho nuestros dueños, 

los defiende libertad. 

Nos venció el sueño. 

Ahora vivimos dormidos y duelen las espaldas. 

Las almas las entregamos para sacar el nuevo todoterreno, 

una ganga, clasismo incorporado para ser el más rápido adelantando.

Los coches tienen cuatro ruedas, los erguidos crimen y deseo. 

A veces alguien se escapa a liderar la manada, 

pero los ciegos ni ven, ni son de viento. 


Cañamero 

Dedicado a Diego y a su acento andaluz, del que se ríen Ana Rosa y demás especímenes en su telebasura que tanto daño está haciendo.

La plutocracia en su puto 

obscurantismo de verbo 

maquillado, vacío 

criminal en el vaho 

de los espejos, 

privativos de la nobleza 

elitista y vomitiva, 

se acerca en los platós del circo mediático 

a reírse del luchador de la plebe, 

acusando su acento 

milenario con el ardid 

del Madrid de los Austrias 

y Borbones ladrones de almas. 

Las lenguas como rifles 

que cortará la esperanza 

con hechos, y la historia, 

que no pudo leer 

el jornalero elegido en sus urnas 

del miedo, la escribe su causa 

con letras arropadas 

por la verdad del pueblo. 


Llegaron las sombras 

Llegaron las sombras 

y tapiaron el mediterráneo. 

Levitaban los fantasmas 

por los versos de Lluis; 

por las ramblas, el fuego 

se hizo gris de antaño, 

purificó el mal la cámara 

del No-Do, y los siete 

jinetes cabalgaron 

por la Catalunya en carne 

cercenada de amor.

Pandora engalanada 

de cuchillos largos 

entonó la canción fúnebre, 

y la ciudad de la luz 

lo fue del infierno 

y la muerte televisada. 

El juicio final coincidió 

con el alzheimer histórico, 

borracheras de sangre 

y un partido de empates 

sin fin, de espejos rotos 

en que desde el pétreo cetro, 

los reyes de la ley y las corbatas 

nos obligan a descalzos 

caminar.