Bienvenida a las Armas
Poemas 16-20
El ojo
A F. Franco.
El ojo que nos cuida omnipresente
envuelto en el icono de la razón,
vigila la infancia
de las almas en filas, cuadrándose.
El himno de memoria, la patria
de bolsillo, las doncellas fregando,
el varón guerrero de la España
sobornada por el estraperlo y la victoria,
libertades con el sello de la cruz,
por la Castilla interminable,
con Quijote de su parte y Sancho comunistoide.
Queda la piedad en el lado del averno,
los iconos en el alma, el alba
y el orgullo con la vista fija en el sol,
la flecha sobre el hombre con el yugo
en la memoria. La sangre a pesar
de la letra entra... Nunca la muerte
tuvo tanto alcance, nunca el ojo
divisó tan lejos...
Sirenas resacosas
Cuando las olas tienen bordes abismales,
y las sirenas en resaca no son tías buenas
ni saben cantar, la Europa de dientes largos
usa el eco y sus eructos morituri te salutamus.
Cuando el negro que balsea
como deporte de riesgo es tan negro
como muerte salada, las falanges
Ave César ponen nota, como show
telebasura, como game con over
y no vidas de reserva.
Pero no pasa nada, Messi es Fútbol,
Fútbol es Dios, el racismo es camaleónico,
el populismo tartamudo, el dolor
no existe. Los balseros son terroristas
de Isis o de ETA o elija usted sus siglas
preferidas... Pasamos a publicidad,
no cometa el error de ser feliz
y no desear un auto germano
ni una hipoteca hispana, sea
fiel, que hay paraíso capitalista
para todos si cumplió con ser nacido
en la gran patria del dinero asesinante.
Esdrujulistas
Me ha salido un ademán pluscuamperfecto
en todo el orgullo de ciudadano ejemplar.
Lo de ejemplar es porque soy cabeza
de español, conejillo de Santiago
y cierra el estado ya mencionado,
y me hacen cosquillas the tools
que me descuartizan. Soy tela
de esdrújulo, casi parisino, noble
en los mohines de señor decimonónico,
gritador de cafés, negador del periférico,
célula aborigen de tolerancia abortiva.
Soy seguidor de los esdrujulistas,
especie narcisista de soberbias céfiras
y ortográficos acentos endiosados.
Utópicos principios de las hordas
bárbaras nos atacan afónicas
en su chillar igualitario. La guillotina
es su grial arturístico y jurásico.
Nosotros nos arengamos mirando
al sol celtíbero y afirmamos el que inventen ellos
de glorias pasadas por la turmix
del espejo convexo. Los bigotes
por atusar y los puñetazos en la cátedra
también son armas invencibles.
Quizás sea un regalo del Altísimo
tan fenisecular ademán de agudo ingenio...
"Naiks" de mercadillo
Dos mil y daño que apenas respira,
presa herida que cruza por España,
país de arrepentidos, y luego prisa
por matar la mentira del mañana,
moribundo viaja en primera clase.
Cual Midas entre mendigos borrachos,
miente acerca de zozobras y anclajes,
y duerme poco si no es en camachos
del mea culpa, ante el convicto en fuga
que es la muchedumbre: humo de porros
y naiks de mercadillo; canción muda
de las ranas convirtiéndose en ogros
que, en vaqueros, asesinan la duda
de qué hacer con los que hablan por los codos.
Mayo
Caeremos en donde el vacío
sea la atracción del parque de defunciones.
Nos iremos a flagelarnos para con
la religión
de moda, buscaremos pilas de napalm
para crear virtual infierno en el temor.
Vestiremos la piel del extranjero
con la naturalidad del sistema.
Los a priori kantianos no son en prime time,
ni en ninguno, y Foucault era como muy sado
y se puede ser marica pero no tan listo...
Al Derrida le daba yo desconstruccionismo
y un pico para enterrar flores muertas...
Lo mismo intentar ser feliz
sea una quimera no tan difícil
de luchar por ella. Suscribo
mi email a su fantástica utopía
de puertas al interior de nosotros mismos.