Bienvenida a las Armas
Poemas 41-45
Alí Babás
Ladrón matando a ladrón
sale a patio de colegio,
recibe las golosinas,
ensangrentados los premios,
fusilar de parlamentos
en torre de babel y son
sin ton, y ritmo bananero,
uno cinco cinco, prisas,
tuya la crisis, no mía,
lengua de la sinrazón,
bastardos en la codicia
del azúcar del deseo,
reyezuelos en inquina
bufoneando los credos
en patíbulos sin reos,
madurados del buen sol
en las españas suicidas.
Spain is different
Anochece la alegría e
n tierras de la españa reina,
la españa de joroba hermosa,
la españa de poesía abortada,
la españa del ladrón honrado
que roba de la fruta el árbol.
Madrastra de las mil tierras,
que mata con espada roma
a vástagos de hiel y aurora
-infierno del atroz verano-
que roba al camino el paso.
Prostíbulo de media Europa,
virtud de la corrupción eterna,
siervo en rabia y picaresca,
coca que no lleva cola
y quita a abeles la memoria.
Amanece gandul y cía
en penas del hombre hispano,
caínes meando en la cruz,
cierra españa en lo castrado:
voz de unamunos sin luz,
adanes de anónimas vidas
que roban del tiempo la prisa.
Nos gusta
Nos gusta el sabor de sentirnos fusilados.
Sentirnos cadáveres vestidos de amanecer
en domingo. Nos gusta que nos roben
la limosna a las puertas de la isla del tesoro,
a nosotros que somos porque a alguien
le tocaba de reo, para hacer palanca
con lo del destino y que se lleven los eurekas
otros. Nos gusta ser de oro reflejado
de otros oros de brillo asesino,
y no tenemos alas porque la esperanza
es un judas que nos robó la perspectiva
de sentirnos esclavos. Pero tenemos
paga extra, y extra de puñales
para cuando cambien las agujas del reloj,
y seamos los nuevos pelotones que fusilen
con balas robadas a nuestros propios cuerpos.
Azúcar patriarcal
En la tribuna de padres en colmillos
recios, en la toga de penes que disparan,
en la furia del músculo con barba,
en los coños como mueble o el buen
whisky,
están la cárcel de evas en flor.
Las manadas entran al matadero
a resucitar, como cristos asustados.
Los coños a lavar son reversibles,
y de azúcar patriarcal.
Emigrante
Al abrir los ojos,
se le han clavado puñales
de recuerdos. Olores
patrios perfuman
todo su naufragar esclavo.
Curro fijo en las trincheras.
Emigrante amaestrado,
marioneta
de la política desmemoriada,
viento maloliente del Olimpo.
Patrones con colmillos píos
huracanean la niñez en que habitaba,
amor invisible
con el auxilio en tierra de nadie.
Perennemente, regresa
y se desangra.
El emigrante cierra los ojos
con los puñales clavados;
observa la vida
en su llegada al laberinto.
Despojo de teatro mundo
relegado
a tramoyista y atrezo.
Minotauro siente lástima
y lo atrapa en su destino de estación.
Cuando sus callos se arruguen
en algún resucitar, volverá,
siendo polvo del caminar en círculos...