CONTRABANDO DE ILUSIONES

Sentimientos encontrados en el juego del ahorcado.

Con el cuello degollado y el aliento desprendido.

Sentía un ardor entre pecho y corazón.

Acariciaba su mano y escuchaba su llanto.

Dulce demonio, acurrucado, nacido de un ombligo y con carne de ser humano. Desprendía su arma mortal al femenino plural.

La amaba y la asesinaba cada noche en el mismo lugar.

Arcángel puro, desolado, supuestamente "incomprendido social" enemigo sin piedad, mente abstracta, determinante en su hazaña, cuyo instinto es matar.

Humillada, vejada, sumisa, golpeada, violada, forzada, abofeteada, quemada, hervida, apuñalada, arrollada, degollada, atropellada, descuartizada, fusilada, lapidada, ahogada, crucificada, disparada... Demasiados verbos para una sola acción, matar al femenino plural.

Demasiados son los cuervos que se alimentan de una sin razón.

Ni voz, ni voto, solo dolor.

Que sin sudor de bastardos, se secaron mis labios.

A la luz del sol, muchos son los ojos que quedaron ciegos.

Tan poca concienciación en una tierra digitalizada, como sí de la Edad Media se tratara.

Todos los días una nueva mujer asesinada.

La misma historia con el mismo final.

Información vacía de sucesos, de números, de nombres sin sujetos.

Familias rotas por aquellos cuervos a los que alimentaron una vez.

Son los mismos que arrancaron las alas de una mujer.

Hoy volvieron los cuervos a comer...