La Fábrika de Utopías - Capítulo 26


Alguien echó una foto donde se veía a Mar llorando y acariciando el pelo de la cabeza de Manu que yacía apoyado en su regazo.

La foto dio la vuelta al mundo como ejemplo de la brutalidad de la policía española. Las televisiones y periódicos se centraron en la madre. Titulaban 'la crisis la dejan sin hijo y sin marido'. Explotaban el morbo como siempre. El entierro fue un circo mediático vergonzoso, aprovechado por los medios para hacer caja. Un prestigioso bufete de abogados denunció el protocolo de seguridad que se empleaba en los disturbios sin conseguir alterarlo. Ocasionó varias dimisiones en puestos de responsabilidad media y nadie entraba en la cárcel por la muerte de Manu.

Lucía quedó desecha, una ONG se encargó de pagar su tratamiento sicológico en una clínica especializada; la hermana de Manu quedaría bajo custodia de su tía.

Mar se endureció, de la noche a la mañana se encontró sola. Con un ingente proyecto por delante y la moral desecha. Manu había sido asesinado y Pedrojo la había 'abandonado'. Tenía todo el dinero del mundo, pero éste no servía para mitigar su dolor '¿qué había pasado?' se preguntaba Mar, 'la vida da muchas vueltas' le dirían más de uno sobando la manida frase, sin saber y sin conocer que de no tener nada y ser feliz a poder tener todo lo que el dinero pueda dar y que la desdicha de su corazón la impida mirarse al espejo. Se sentía más muerta que viva.

Pasaron dos meses, un día decidió empezar de cero, Darío y María no pararían de animarla y apoyarla. Mientras ella se recuperaba de la perdida, y bajo su consentimiento, esbozaban ideas para la Fábrika de Utopías. Se centraría en su proyecto y lo haría en honor a sus dos amigos. Pero antes de nada, tenía que volver a usar el ordenador negro. No lo había hecho desde la primera vez y cuando volvía a pulsar <orden de trabajo>, su corazón era puro odio. Por los altavoces del portátil empezaba a sonar:

'Pasan los años, pasa tu vida

Pasan los meses, pasan tus días

Pasan las horas, también los minutos

Éste puede ser tu último segundo...

Historia triste...'

Mientras escribía:

'Investiguen quien fue el policía que disparó directamente a mi amigo Manu, en lugar de disparar al suelo. Deben saber de lo que les hablo; utilicen todos los medios a su alcance. Más que nada porqué, al menos, hay un asesino en sus filas.'

Abrió otra orden

'Cuestionen las pelotas de goma y hagan que desaparezcan del material utilizado por la policía. No se puede disparar contra el pueblo, nada'

Abrió una más

'Localicen a Peter Joseph Bowers Álvarez y díganle que es un puto cabrón y que si tiene huevos, que se presente aquí; díganle también que lo echo de menos y que si nos tenemos que ver en otro lado que no sea en la fábrica, que lo diga. Díganle también que Manu ha muerto'.

Ni 'por favor' ni 'gracias'; ya no estaba en eso; en pocas semanas la alegre y desenfadada Mar murió, o al menos fue secuestrada por una Mar triste, desesperanzada y endurecida. Mar estaba asqueada del mundo; pero tenía un proyecto, dinero para realizarlo y se agarraría a él como tabla que flota en medio del océano.

Desde su habitación escuchó la voz de Pablo, no lo veía desde el funeral de Manu. Sabía, pues se lo contó Raúl un día que la visitó, que Pablo había caído en depresión, no salía de su casa y se pasaba todo el día tocando la guitarra clásica. Apagó el ordenador y de un salto abría la puerta para salir a abrazarlo.

Cuando se vieron, a los dos se les encharcaron los ojos en lágrimas. Se abrazaron durante un minuto.

- ¿Cómo estás? - se preocupaba Mar.

- Jodido, como tú. Me alegro de verte un montón. Raúl me dijo que lo has pasado mal.

- Bastante, vaya mierda de vida ¿verdad?

- Pues sí. ¿Y qué tal por aquí?, ¿qué dice el alemán... va en serio con su idea o no?.... oye, ¿Y Pedrojo, dónde anda?

- No sé nada de él.

Pablo quedó unos segundos callado con mirada preocupada al suelo. Después sonriendo le preguntó

- Mar... ¿Pedrojo y el alemán son el mismo?

Mar se quedó de piedra, no se esperaba que Pablo pudiera llegar a esa conclusión, Pablo proseguía.

- No te preocupes, si es así entiendo que mientas.

- Perdona Pablo... esto es... que es muy fuerte, tío... ¿cómo lo sabes?

- No lo sé, sólo lo supongo.

- ¿Lo supones?

- En el Aupa leí el cuento del niño rico impertinente. Nadie más lo leyó, imagino que tú y hace tiempo... el caso es que se va Pedrojo y llega el alemán generoso... la historia del niño parece verdad... 'Pit' es Pete dicho por una malagueña y Pedrojo es Pedro José. El nombre del padre era Peter... la madre es de Málaga... se me ocurrió que si el cuento era verdad, Pedrojo es rico, muy rico y entiendo que, según se ve en la historia, Pedrojo no hubiera querido saber nada de su padre hasta que has llegado tú. Necesitas la pasta y ha comprado esto.

- Joder... lo has clavado, amigo, pero hay un poco más... Perdona...

- No hay nada que perdonar, Mar, esto no es normal... nada es normal, lo de Manu no es normal... - decía aguantando el llanto.

- Vale, ya pasó y hay que mirar hacia delante. Ven que vas a flipar, tío... si quieres tienes la vida resuelta.

- ¿Qué dices?

- Que me ayudes, que tengo un proyecto y es para siempre. Vamos a mi habitación y te lo cuento todo. Te vas a cagar...

Pablo la siguió intrigado, se dio cuenta de que Mar estaba mucho más delgada que hacía dos meses; al verla sintió que se podrían apoyar mutuamente, y ahora veía que ella también necesitaba apoyo y no sólo emotivo.

Al entrar ya se sonrió al ver los ordenadores y demás equipos informáticos, eso no entraba en sus cálculos. Esperaba ansioso la explicación de su amiga, de mientras, Mar encendía el lujoso portátil negro. De inmediato, en pantalla se reflejaba 'La Fábrika de Utopías', con elegantes letras moviéndose lentamente por la pantalla

- A ver, por donde empiezo, siéntate anda.

- ¿Qué movida no?, ¿esto qué es?

- Nuestro futuro.

- ¿Por dónde empiezo?... Pablo... Pedrojo no tenía cuatro euros; me ha dejado mil millones de euros... y otros cuatro mil en veinte años.

- ¡¡¡¿¿QUÉ??!!!

- Y con eso vamos a hacer esto - dijo señalando a la pantalla - un centro de promoción de la autogestión. Vamos a poner el material para que la peña lo use.

- ¿Un qué? - seguía incrédulo Pablo.

- Estudios de grabación, locales de ensayo, teatro, imprenta, estudios de pintura y escultura, aulas informáticas, talleres de danza... y lo que se nos vaya ocurriendo, construiremos la infraestructura necesaria y la pondremos al servicio de la gente. Sin ánimo de lucro evidentemente. La pasta nos sobra, Pablo, que es mucha pasta... que no sé qué hacer... - decía Mar empezando a llorar.

- Tranquila Mar, ese era tu sueño para este bicho de edificio ¿no?, pues vamos a cumplirlo. Algo hay que hacer hasta que nos muramos ¿no?, lo haremos por Manu y Pedrojo, imagina su angustia todos estos años conviviendo con el recuerdo del asesinato de su madre a manos de su padre.

- Sí..., lo haremos - decía Mar con una sonrisa y chispas en los ojos - lo haremos por Manu, Pedrojo y nosotros.

- Aquí grabo mi primer disco.

- Hay más.

-¿Más?

- Mira - le decía indicándole la pantalla donde se veían el listado de las órdenes de trabajo - un equipo de 'abogados' a mi servicio, a nivel mundial.

- Arreglaste la hipoteca de Manu, que fuerte - decía al leer la pantalla durante unos segundos.

- Lo arreglaron 'ellos'.

- ¿Ellos?

- Sí, el equipo de abogados de Peter Bowers, el padre de Pedrojo. No me preguntes más, pero es mafia pura legal.

- ¿Y son capaces de hacer lo que les pides en los otros mensajes?

- Ves esta manita, ahora no para de moverse, cuando se pare con el dedo para arriba y se ponga en verde, el trabajo está hecho... ¿le pagamos la hipoteca a tu padre?

- ¿No se meterá en un lio?

- No, se las apañan para que sea legal, no te preocupes.

- Pues entonces... tírale.

- ¿Cómo se llama tu padre?

Mar abrió una nueva orden y solicitó la cancelación de la hipoteca del padre de Pablo.

- Ahora a esperar.

- ¿Sabes que vas a necesitar para llevar a cabo tu plan? - preguntaba un Pablo entusiasta.

- La tira...

- Gente.

- La verdad es que vamos a dar un montón de trabajo.

- Así que ya puedes empezar a pedirle a 'Aladino' que te busque un buen arquitecto, encofrador, maestro de obra, electricista, fontanero y la tira... no veas qué puntazo.

- ¿Por dónde empezar?, ¿verdad?

- Por el que sea capaz de poner lo que tienes dentro de tu cabeza en un papel.

En eso, pegaron en la puerta de la habitación, eran María y Darío, pasaron y saludaron efusivamente a Pablo. Hablaron tranquilamente de lo que se traían entre manos e inesperadamente, Mar declaró con sorna aquella, 'la primera reunión oficial del Consejo de Administración de 'La Fábrika de Utopías'

Después de hablar resolvieron que la cantidad de dinero era ingente y que había cosas urgentes donde se podría ir utilizando. Así que su primer acuerdo fue redactar las siguientes órdenes de trabajo:

'Envíen a Médicos sin Fronteras cien millones de euros para combatir enfermedades en su origen'

'Abran una línea de becas de cincuenta millones de euros para apoyo a la investigación de enfermedades raras'

'Abran una línea de becas de cincuenta millones de euros para apoyo a la investigación en energías renovables'

'Abran una línea de becas de cincuenta millones de euros para apoyo a la investigación en general'

'Localicen todas las asociaciones vecinales que combaten la crisis con el reparto de alimentos y distribuyan cincuenta millones de euros para alimentos y ropa'

Todas las ordenes acaban con 'envíenme expediente y recibí documentado de cada donación'

No se les ocurrió más, acordaron de ir apuntando las que se les vinieran a la mente; por ahora tendrían trabajo.

Ahora empezarían a dibujar en una pizarra rescatada de la basura el primer boceto de La Fábrika de Utopías.