CAPÍTULO 11. HIERRO, PÓLVORA Y MOLONDRINA C.
Llegando al chupuk después de una noche movidita con la compañera CD y mi primo, nos encontramos el pleno vuelo a toda la kuadrilla. Se dirigían a algún lugar para jugar al chittyzity. Nos detuvimos en un tejado para piar un momento. Pionio fipchió el bolsón que llevábamos y dio comienzo el clásico cuestionario post-festivalero...
-¡No veee vieoh! ¿De ande vení ompareh? ¡Iraaa las crestas! Y vienen cargaos de materiá... Iaaaa CD. ¡Cómo te la aseh illa! Así que ar finá la habéis liao...
-Jejeje... E o no Pionio. Aquí traigo otra remesa de material pesao -arrulló CD mostrando "la captura"-. Va derechita al chupukio. Pa cuando haga falta, tú sabes.
-¡¡Ole ole!! Aquí llevo unos uguetillos güenos -y Pionio le enseñó unas cosas parecidas-...
-¡Ahí va la hostia qué pupilakas me traen! -Graznó Etzia inspeccionando mi maltrecha jeta-. Ustedes habéis estado gluchopeando Molondrina C[1] y chittyziteando esta noche. Venís de Gaupachiak[2].
-Bueno, algo así Etzia. Ya os lo piaré después -enunció mi primo con intriga-. Ahora vamos a guardar el botín y luego nos uniremos a vosotras.
-Excelente trabajo compañeras -nos felicitó Chiurruti-. Nos dirigimos hacia la Basílica de Nuestra Señora de Atocha. Uníos a nosotras cuando estéis listas...
-De acuerdo -afirmó CD-. Conozco el lugar... ¡Nos vemos dentro de un rato!
En un breve intervalo de tiempo soltamos todo lo que pillamos esa noche. Bueno, todo todo no. CD se llevó consigo un par de cosas que birló de aquel bazar enorme. Tras un corto vuelo, las tres llegamos al lugar donde se reunía la kuadrilla. Ya estaban empezando a prepararse para una auténtica sesión de chittyzity. Al llegar, los compañeros y compañeras estaban garripulando diversos artefactos. Por fin iba a ser testigo in situ del famoso chittyzity.
-¿Qué tal kuadrilla? ¿Vamos al lío o qué? -Pregunté con entusiasmo-.
-Agapito, my friend, today es un gran día -arrulló solemnemente Spencer-. Vamos a enseñarte cómo chittyzitea nuestra kuadrilla. Firstable, te recomiendo gluchopear este combinado enriquecido con Molondrina C -me indicó dónde estaba-. Es una receta special que Pionio y CD elaboraron hace tiempo.
-Cierto Agapito. Fue un experimento llevado a cabo a raíz de mis investigaciones sobre el maíz transgénico -añadió CD-. Ahora que ya lo probamos, puedo arrullarte que tiene unos efectos parecidos a él, pero de menor intensidad y acompañado de disturbios y kaos intestinal.
-Aquí tieneh un poco ompare -me ofreció Pionio-. Chiorupísate sosio. Y tú también Simeón...
Mi primo y yo gluchopeamos de aquel brebaje y justo después lo hizo CD. Tal y como ella pió, al poco tiempo empecé a notar hiperactividad cerebrointestinal. Así que mientras la Molondrina C agudizaba mis sentidos y brindaba a mi ya exhausto cuerpo una nueva oportunidad para perpetrar actos de violencia justificada contra humanos, me puse a fipchiar los diversos utensilios con los que mis compañeras se estaban equipando. Me llamó poderosamente la atención las herramientas que mi minúsculo y ágil compañero Chiurruti se estaba poniendo. Llevaba una especie de tirantes con fragmentos de cuchillas engarzadas a lo largo de ellos. Iban desde su cuello hasta su bajo vientre por la parte anterior de su cuerpo y desde su nuca hasta el inicio de su cola en la parte posterior. Además de esos letales tirantes, en cada una de sus patas tenía algún tipo de herramienta humana para cortar con precisión. Parecida a las cuchillas de sus tirantes, pero de forma distinta. Donde finalizaba el filo ultracortante de cada una de esas cuchillas, había acoplado un mecanismo de ajuste y fijación que le permitía blandir aquellas cosas con total dominio y seguridad. Estaba flipando con su aspecto y decidí preguntarle:
-Chiurruti compañero... ¿Qué son esas cosas que llevas en cada pata?
-¿El qué? -Preguntó mientras las buscaba-. Aaaahh esto... Me las consiguió Etzia de un sitio a donde va frecuentemente para conseguir su equipo. Los humanos las llaman "cabezas de bisturí" y cortan la carne humana de lo lindo. Spencer ideó un sistema para acoplarlas a mis patas y Pionio fue quien las hizo. Ingeniero y ferrallista respectivamente. Son un combo chimponsivo de cojones.
-¿Y por qué estás impregnándolas en ese gel?
-Porque esto, querido Agapito, es un potente anticoagulante. Con esta mierda y mis cuchillas los cortes son más divertidos. Parecen fuentecillas, ¿sabes?
-¡Uoooohhh! -Me sorprendí de su ingenio para dañar la la carne humana- ¡Combinación ganadora compañero! Ahora comprendo porque tienes el respeto y admiración de la kuadrilla. No te molesto más. Buena suerte.
-No molestas, Agapito. Salud y buena suerte a ti también, compañero.
Dejé tranquilo al compañero Chiurruti y continué fipchiando al resto mientras mi cloaca empezaba a sublevarse. Esta vez fijé la vista en Etzia que, según mi primo, no chimponea humanos por algún código moral autoimpuesto. A diferencia de Chiurruti, Etzia llevaba una especie de carcaj acoplado a la parte externa de cada una de sus patas. Cada uno de esos carcajs contenía en su interior algunas agujas o alfileres. Me invadió la curiosidad y tuve que preguntarle:
-Etzia, compañera... Veo que sólo llevas alfileres y agujas humanas de coser. ¿Podría saber para qué?
-Bueno Agapito. En realidad no son alfileres o agujas de coser, aunque podrían serlo. Son las agujas de jeringuillas que consigo recoger en descampados, vertederos o containers de chupuks humanos sanitarios... Me entretengo en extraer su parte punzante y guardarlas para ocasiones especiales como ésta.
-Aaaaahh interesante... ¿Y cuál es su utilidad en esto?
-Piemos que gracias a ellas y pinchando con precisión puedo controlar los músculos humanos casi a voluntad. Sin muerte ni dolor -recalcó esto último-. Hoy verás un poquito de mi "trabajo".
-Lo estoy deseando Etzia, de verdad. ¡Que te vaya bien!
-¡Agur Agapito!
Tras despedirme de Etzia seguí analizando al resto de mis compas de kuadrilla. Mi ojete estaba cada vez más furioso y calenturiento. En esta ocasión fui a ver qué hacía Pionio. Estaba sacando de una bolsa casi de su tamaño varias cosas iguales o muy parecidas a las que robamos en aquel bazar. Para salir de dudas sobre qué eran aquellas mierdas le pregunté:
-Pionio, compañero. Antes he cogido algunas de esas cosas con CD y mi primo. ¿Qué son?
-Jajaja... ya os he visto. Soih unoh fierah illo -Pionio siempre arrullaba con alegría-. ¿Habéi estao en lo de lah gallinah o qué? Salió bien la cosa, ¿no? Con CD seguro que sí... Pos ná Agapito, esto que vé es material pesao, chicha fresca, artillería de primera. Si tieneh un ratico te explico un poco.
-Por supuesto Pionio... ¡Faltaría más! Pía pía que yo me entere...
-El io puta... no sabe ná el Agapito vieoh. Pos mira illo estah cosah de aquí cabesonah con varilla se llaman "cohetillos". Esta mierda é de largo alcanse. Se pueden usar para todo lo que se te ocurra. Después tenemos etoh "caramelitoh" y estos "caramelazoh". Esto é lo má destructivo que tenemoh en el chupukio, Agapito. To bicho viviente que se encuentre a menos de un ala de distansia cuando estos de aquí chimponean puede quearse bien agustico que no se va ni a enterá.
-No veeee -aquella mierda era seria-...
-Y luego tenemoh estoh tubillos mu enrollaitos que se llaman "bengalah". Ahí ande las ves son las más perrah porque duran un ratako y queman una hartá. Spenzeh lía unas sapatiestas con esto que te chiropeah... Y ná Agapito, illo. Eso é lo que he traío hoy. Otro día vemoh el chupukio entero, que vá flipá.
-Supongo que tendrás que prenderlos con fuego o algo así... ¿No Pionio?
-Aro illo. Pero eso ya me lo busco yo o se lo pido al Spenzeh... jejeje
Me quedé to cogío y me puse a fipchiar que hacía Spencer. Estaba garripulando un cacharro la hostia de raro, complejo y pesado. Como no tenía nada mejor que hacer mientras mi recto de paloma se iba colapsando de corrosiva kakita, fui a echarle un ala a Spencer y ya de paso a enterarme de su movida...
-Déjame que te ayude con esto Spencer -le propuse intentando ponerle aquella especie de mochila bifurcada fabricada a su medida-. Ya está. ¿Qué cojones es esto? Pesa bastante.
-Do you like it? Esto es fucking awesome and useful. The best!! -Ni puta idea, pero estaba pletórico-. Es un "lanzallamas de paloma" y consta de dos partes: Un mechero con sistema de encendido eléctrico y un spray pequeño con un líquido altamente inflamable. Tiene la boquilla justo behind de la llama del mechero para chamuscar a todo lo que tenga a 2 wings delante de mi pico. A qué mola, ¿eh? ¡Y lo mejor es que it's work very well!
-¿Cómo mierda accionas el mechero y el spray? -No podía creerlo, en serio-.
-Hehehe! Look. Here's the key! Tengo una anilla de lata de bebida humana metida en el "fat finger" de cada pata. Esa anilla va unida mediante un sedal a una especie de mini arkallata fijada al botón del mechero, cheft, y otra para la boquilla del spray, chaig.
-¡Pero qué cab...!
-Hehehehe! Así cuando tiro fuertemente de la anilla cheft con mi pata y la mantengo tensa, enciendo el mechero -arrulló realizando ese ademán-. Luego voy dando toquecitos con la pata chaig y pegando llamaretazos a todo lo que se mueva. The fucking machine loko!!!
-¿Y esto de aquí? -Pregunté señalando a un tapón forrao de orillo-.
-This is the gorro que me pongo for not burning la perola, Agapito.
-Spencer compañero... ¡Eres un puto genio! No se te escapa una... ¡y encima llevas una ristra de cerillas en el chiapok!
-¡Aro illo! -Pionio estaba al lado-. Y yo también llevo otra. Por si el mechero falla o se ACABa, pa no quearnos to tiraos, ¿ave?
Mientras toda la kuadrilla finalizaba de revisar y preparar sus respectivos equipos, CD y mi primo Simeón volvían, por lo visto, de realizar un vuelo de expedición para recabar información detallada de todo lo que se movía dentro y alrededor de la Basílica de Nuestra Señora de Atocha. Mi primo declaró que hoy estábamos de suerte porque apenas había milik-chiaps rondando la zona y nos invitó a experimentar cositas nuevas para el chittyzity. CD por su parte, nos informó que dentro del chupuk se veía la misma mierda de siempre: Unos cuantos animales humanos delante de unos símbolos raros y de muñecos de madera mandando a otros de su misma especie sentarse, arrodillarse, levantarse, piar y toda esa mierda inquisidora. También pió algo sobre ir pasando un recipiente donde cada humano depositaba papeles y/o piezas redondas de metal para luego poder gluchopear un cacho de cartón y mojarse los picos con un raro brebaje. Según ella, todos esos humanos estaban como embrujados.
Toda la kuadrilla estaba lista...
-Preparadas para chittyzitear, CD... ¿Tienes algún plan para llevar a cabo? -Quiso saber Etzia-.
-Pues la verdad es que no. Dado que apenas hay riesgo... ¿Qué os parece si improvisamos? Agapito debe explorar qué es lo que más le gusta hacer...
-¡De puta madre! -Pionio se alegró-. Porque quiero probar mis cositas para otros fines...
-¡Libre albedrío entonces! -Chiurruti secundó la propuesta-. Lo único que os pido es que no dejéis escapar a los chamanes, los brujos, los líderes espirituales o lo que mierda sean.
-OK. Y nosotras te pedimos que dejes something para las demás -exigió Spencer-. Chiurruti, que te conocemos...
-¡Lo que sea pero vamos ya o bajarán los niveles de Molondrina C! -Notaba que el subidón decaía-.
-El Agapito este se vá a dá conmigo, ompare... Pos venga que voy a encenderme un chiepster[3] y vamos a aser una entrada triunfá... Spenzeh dame fuego ompare...

Si la sociedad te irrita, vete a quemar hermitas...
[1] Molondrina C = Biomolécula sintetizaba por el Sistema digestivo de las palomas a partir de la Taurina y la Cafeína. La bebida con esta molécula a la que se hace referencia es un líquido compuesto por mitad de "Monster, Red Bull y derivados" y mitad de "café" mañanero.
[2] Gaupachiak = Término eusko-chirop: "Gaupasa" (de empalme, de mañaneo).
[3] Chiepster = Cilindro humano que se combustiona con el fin de inhalar los humos desprendidos de la sustancia interna contenida.