NO ME ROBES EL SOL

Siempre quise ser aire, algo extrafísico, que acariciaba, daba olor, soplaba.

Aire con dulzura, soltura. ¿por qué aire?

Para poder lidiar con tu piel, intenté convertirme en fuego y ver las bonitas amapolas que radiaban en tu cara.

Confusas fueron las mareas, sintiendo envidia de tus ojos, de tu pelo, a la par de tus labios y el total de tu cuerpo.

Sintiose mi alma desquiciada, quedándose atrapada.

Ya no necesitaba nada, ni tan sólo tu mirada.

Olvidose mi tímida piel, de enrizarse en tu cama.

Mintiose mi mente de saber donde estabas.

Anhelaba mi alma tu voz encarnizada.

Llegaste a mi vida llenándola de tortura y me dejaste tirada desgastando mi amargura.

Formose mi gran Armadura cerventina.

Dijiste good bye a ésta placentina.

Desconozco en ti, tu desencanto, pues ni el sabor de las naranjas, saboreo a mi pesar.

Que sucia fue la primavera, no te escuche ni respirar.

Primavera encerrada en un otoño sin sueños.

Las nutrias personificadas en nuestros seres, se amaban por el año pasado en campos silvestres, cuando el sol nos radiaba, y las noches eran heladas.

Silvidos al aire, tarareos "the kacharros" acabando en siniestros líbidos.

Acabose así, ese amor de un verano inacabado, y de un sol inesperado.